domingo, 30 de septiembre de 2007

La Necesidad De La Disciplina Para Formar Niños Obedientes

Jone Larreta diplomada en Magisterio Infantil por la Escuela Universitaria Villanueva (Madrid) y Licenciada en Pedagogía y Psicopedagogía por la Universidad País Vasco.
Profesora de Infantil desde hace tres años en Eskibel.

1. ¿QUÉ SE ENTIENDE POR DISCIPLINA?-
- Es el ejercicio de la autoridad, que no autoritarismo, mediante normas y límites que se hacen cumplir, en ambientes organizados, donde en todo momento se sepa qué es lo esperable y qué se espera de ellos con rutinas, pautas y hábitos que se trabajan día a día para lograr niños responsables y obedientes, capaces de diferenciar el mal del bien y, por tanto, capaces de decidir
- Las normas y límites son necesarios ya que brindan seguridad y protección (lo peor para los niños es el desarrollarse en contextos dónde no se sepa qué es lo esperable, dónde no haya ningún tipo de límite y todo se permita, ya que en estos contextos los niños no aprenderán a diferenciar lo bueno y lo malo, precisamente porque todo se tolera y se consiente), guían al niño a tener claros determinados criterios sobre las cosas y enseñan al niño a saber renunciar a sus deseos. De esta forma, le estamos enseñando a aprender a tolerar y superar la frustración: el niño desde pequeño ha de sentir la frustración, aceptar un “no” por respuesta para ir forjando un carácter fuerte.
- Ya desde pequeñitos se marcan en la vida de los niños unos horarios, pautas y rutinas, por ejemplo en el sueño y la comida. De esta manera, se le está ayudando a organizar su interior a través de un contexto exterior organizado. Ya desde estos momentos se está marcando una disciplina.- La disciplina es también necesaria en la convivencia con los demás, no sólo en el contexto familiar. Los padres mandan a los hijos porque se preocupan por ellos y éstos tienen la obligación moral de obedecer no porque ellos lo mandan sino para formar una personalidad madura y responsable: no se parte de una situación de igualdad ya que los padres se encuentran en otra escala. Los padres no pueden igualarse a los hijos puesto que la relación que se establecería entre ellos sería de igual a igual y esto no es ni debe ser así al actuar los padres como guía, como modelos de referencia, como modelos de autoridad.
2. LA OBEDIENCIA
- La obediencia es una virtud que hay que trabajarla diariamente, como un hábito, para que de esta forma los niños la hagan suya y forme parte de su carácter.
- Cuando se trabaja la obediencia no sólo se está trabajando el hecho de asumir unas normas, cumplirlas y asumir también las consecuencias de la trasgresión, sino que también se está incidiendo en el autocontrol, en la responsabilidad (saber decidir y elegir: no hay responsabilidad si no se ha aprendido a obedecer), la humildad (el tirano es aquel que sólo desea exaltar su yo...).
- El hecho de trabajar la obediencia no significa que no se quiera la libertad para los hijos; pero tienen que asumir que no sólo existe su libertad sino también la del resto de personas de su alrededor, libertades que tienen que respetar.
- Los niños y los adolescentes, por su propia seguridad puesto que no poseen la experiencia y sabiduría necesarias, deben sentir que sus padres son los que mandan.
3. ¿POR QUÉ DESOBEDECEN? ALGUNAS CAUSAS DE LA DESOBEDIENCIA
-Para llamar nuestra atención, aunque sólo reciba castigos o reprimendas.
- Época de la detición (en torno al año y medio-dos años).
- No atiende a lo que se le pide porque está atento a otra actividad.- Estar recibiendo demasiadas órdenes a la vez: por ejemplo: “recoge la silla”, “deja la plastilina en su sitio” y “siéntate en la colchoneta”.
- No comprender lo que se le manda: por ejemplo: “tienes que portarte bien”. ¿Dónde, cómo, con quién?
- Estar habituado a que siempre se haga por él lo que se le manda por ser impacientes, por no tener “problemas”, por hacerlo mejor y más deprisa...
- Saber que los padres van a repetir varias veces la petición antes de que se pongan a realizarla.
4. ¿QUÉ SE PUEDE HACER? DISCIPLINA Y LÍMITES. EXIGIR CON AFECTO
- Tener unos objetivos claros de lo que se pretende cuando se educa.
- Dar ejemplo para tener fuerza moral y prestigio.
- Establecer normas realistas, ajustadas, que sean capaces de llevar a cabo.
- Explicar con claridad cuáles son las consecuencias positivas y negativas de nuestros actos.- Instrucciones simples, comprensibles para ellos y razonables, es decir, peticiones específicas, en las que quede bien claro el comportamiento que deben seguir. Enseñar con claridad cosas concretas. Es importante especificarle la conducta que se espera de él y ,si es posible, hasta mostrársela.
- Dar un número de instrucciones racional y decirlas de una en una.
- Ofrecerles dos opciones que llevarán a un mismo resultado y se les dará a elegir una de ellas en lugar de dar órdenes o hacer preguntas.
- Explicarles las razones por las que se les pide o se les prohíbe que hagan algo.
- Exponer de manera positiva el resultado de una conducta adecuada para motivar a nuestro hijo a cumplir aquello que más le cuesta o para que asimile una conducta nueva. Es importante que se cumpla con lo pactado.
- Coherencia entre el mensaje (lenguaje oral) y el lenguaje no verbal, es decir, el gesto, la actitud...De esta forma, no se creará confusión en los niños.
- Recompensar cuando haya obedecido nuestra orden o petición, y nunca antes. Cuanto más inmediata sea la recompensa, más efecto tendrá. Habrá que acostumbrarle a recompensas afectivas y no solamente materiales.
- Confiar en los hijos.
- Actuar y huir de los discursos. Una vez que el niño ya sabe qué debe hacer, y no lo hace, habrá que actuar consecuentemente y así aumentará nuestra autoridad.
- Reconocer los errores propios. Nadie es perfecto, los padres tampoco. El reconocimiento de un error por parte de los padres da seguridad y tranquilidad al niño y le anima a tomar decisiones aunque se pueda equivocar, porque los errores no son fracasos.
5. SI SIGUEN DESOBEDECIENDO, ALGUNOS CONSEJOS PRÁCTICOS...
- Contar hasta cinco en voz alta para que comprenda que se está esperando a que haga lo que se le ha pedido. Si en este tiempo el niño no ha obedecido, sin alzar la voz ni discutir, se le guiará con las manos para que haga lo encomendado.
- Cuando los hijos desobedezcan "descaradamente", no hay que perder el control. Recurrir a la técnica conocida como “tiempo fuera”: no se le reprochará nada ni se discutirá con él. Se le mandará solo a una habitación o a un rincón donde no pueda entretenerse durante un período breve de tiempo. La recomendación es que permanezca allí tantos minutos como años tenga el niño. Tendrá un momento para reflexionar sobre qué es lo que ha hecho enfadar a los padres y para recapacitar.
- Reprimenda verbal: si la desobediencia implica peligro para el hijo o para los demás (cruzar la calle, poner los dedos en el enchufe, etc.), con un tono de voz firme y enérgico, se le dirá: "¡no!" o "¡basta!" . Si es necesario, se parará físicamente su acción.
6. ¿QUÉ NO HAY QUE HACER?
- La excesiva permisividad. Es imposible educar sin intervenir. El niño, cuando nace, no tiene conciencia de lo que es bueno ni de lo que es malo.
- Ceder después de decir “no”. Una vez que se ha decidido actuar, la primera regla de oro a respetar es la del NO. El “no” no se puede negociar. La firmeza es fundamental: que los niños perciban que los padres no dudan.
- Incoherencia entre el padre y la madre
- El autoritarismo. Es el otro extremo de la permisividad. Es intentar que el niño haga todo lo que el padre quiere anulando su personalidad. Sólo persigue la obediencia por obediencia.- Agresividad. Gritar. Perder los estribos. Además, a todo se acostumbra uno. El niño también se acostumbra a los gritos a los que cada vez hace menos caso. Lo peor de acostumbrar a un niño a este tipo de respuestas, es que las incorpora, y él mismo se vuelve agresivo.
- Incumplir las promesas y las amenazas. Cada promesa o amenaza no cumplida es un poco de autoridad que se queda en el camino. Las promesas y amenazas deber ser realistas, es decir, fáciles de aplicar.
-Falta de negociación. Ello supone autoritarismo y abuso de poder, y por lo tanto incomunicación.
- Falta de atención cuando nos hablan. Muchos padres se quejan de que sus hijos no los escuchan. Y el problema es que ellos no han escuchado nunca a sus hijos.- Exigir éxitos inmediatos. Con frecuencia, a los padres les dan ciertos arranques de impaciencia con los hijos. Hay que tener presente siempre que nadie nace enseñado, y todo requiere un periodo de aprendizaje con sus correspondiente errores.
- Inconsistencia: en educación, prevalece lo que se hace día tras día. Cualquier aprendizaje requiere tiempo, y más aquellos referidos a la formación del carácter y personalidad.
- Confundir la firmeza y disciplina con el autoritarismo: “te he dicho que no porque lo digo yo”.Este tipo de actuaciones no ayudan nada a formar una personalidad responsable ya que nada se dice del comportamiento, si es correcto o no...Las personas que han vivido bajo este tipo de contextos son personas anuladas, sumisas, incapaces de elegir ni de decidir.

lunes, 24 de septiembre de 2007

El Arquitecto

A nadie le gusta que le exijan. Pero, ¿no será necesario algunas veces? Te voy a contar una historia.

El arquitecto había proyectado un edificio espléndido. Hacía semanas que cientos de hombres acarreaban los materiales. La mejor madera de los bosques, gigantescos bloques de granito duro como el diamante, lastras de mármol escarlata como el sol del crepúsculo o verde como el jade más brillante, enormes monolitos de piedra... Naturalmente para un proyecto tal, el emperador había elegido al mejor arquitecto de todos. Nadie hacía los planos como él. Nadie conocía mejor que él el misterio de los ángulos, de las rectas, o el arte de distribuir pesos descomunales sobre pilastras y columnas.

Pero el arquitecto era tímido y no quería contradecir a nadie.

- ¿Dónde colocamos el monolito? - le preguntó un constructor.
- ¿Dónde?... donde a ti te parezca bien - respondió el arquitecto que no quería quedar mal con nadie.
- Y las columnas... - le dijo otro trabajador - ¿Aquí están bien?
- Sí, sí, ¡por supuesto! - contestó el arquitecto a pesar de escuchar cómo retemblaban los cimientos.
- ¿Podemos poner el bloque de mármol encima del techo para que se vea bien? - le preguntó un albañil que no sabía nada de edificios.
- ¡Excelente idea! - repuso el arquitecto sin hacer mucho caso de los gemidos que ya se oían en las vigas.

El edificio quedó terminado y los constructores se decían: - ¡Qué arquitecto tan simpático! ¡Qué amable! ¡Cuánto respeto tiene por nosotros!
- Es un gran hombre - dijo uno de ellos con solemnidad. Nunca he encontrado un arquitecto que tenga tanto respeto por nuestras opiniones. ¡Así tendrían que ser todos nuestros jefes! Y mientras decían esto, el enorme templo se desmoronó y los sepultó a todos.

Antes de juzgar, no olvides la historia del arquitecto.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Teselas

3.5 Conocer las características de los polígonos que permiten cubrir el plano y realizar recubrimientos del plano.
¿Con cuales de las siguientes figuras se podría cubrir un plano sin dejar huecos?


La característica principal que debe tener un polígono para cubrir un plano es que la suma de sus ángulos interiores sea un múltiplo de 360º

Teselados
Son los diseños geométricos que pueden cubrir un plano sin dejar huecos en medio, se usan mucho en pisos y mosaicos.
Estos diseños han sido usados desde tiempos históricos por pueblos como los griegos y los romanos.




En últimos tiempos, Maurits Cornelis Escher (17 de junio de 1898 — 27 de marzo de 1972) fue un artista holandés , logra hacer de la teselación un arte, siempre basándose en las figuras básicas, con ciertas modificaciones.


Otros ejemplos de teselados


Teselado de Penrose, un forma especial de teselado basado en estrellas pentagonales y triángulos isósceles


Trabajo en equipo


• Realizar un teselado inspirado en algún animal, con cartoncillo, foamy o papel cascarón, 5 figuras mínimo que se embonen entre sí, cada figura debe medir mínimo 20 centímetros de largo y 15 de ancho. Con el teselado presentarán un trabajo escrito donde pondrán: Portada, Introducción, Esquema de la figura donde se puedan apreciar las figuras geométricas simples en que se basa y el cálculo de la suma de sus ángulos internos para demostrar teóricamente que puede cubrir un plano, Conclusión y Bibliografía.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Aclarando la tarea y completandola

Aver, pongámonos de acuerdo, en la primera columna de la tarea se hace la división normal llegando hasta centésimos de ser necesario, en la segunda se ponen los elementos como fracción y se simplifica, y la tercera parte viene en este post: divisiones de fracciones.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Física: estudiar tema visto

Matemáticas: realizar las siguientes operaciones en tu cuaderno.

con centesimos cuando se necesite por simplificación

1 (-76)/(-49) = 1 (-44)/(-77)=
2 (36)/(39) = 2 (-100)/(+95)=
3 (-72)/(99) = 3 (+159/(-75)=
4 (-29)/(7) = 4 ( -249/(-88)=
5 (-63)/(21) = 5 (+38)/(+85)=
6 (-34)/(-2) =
7 (-105)/(15) =
8 (-121)/(-1) =
9 (-144)/(4) =
10 (144)/(-3) =
11 (28)/(4) =
12 (25)/(-5) =
13 (-509/(-2) =
14 (-50)/(-45) =
15 (-36)/(24) =

domingo, 9 de septiembre de 2007

Iluminacion adecuada de las áreas de estudio

¿Sabías que las áreas de estudio requieren tres veces mayor iluminación que el resto de la casa? Es de suma importancia mantener una iluminación considerable ya que de eso depende mucho el desempeño en la lectura o estudio de tus hijos. Si todavía no cuentas con un lugar para que tus hijos estudien debes considerar que gran parte de su tiempo la pasarán estudiando o haciendo tareas, por lo que es importante que planees un lugar adecuado para que ese espacio sea el ideal y por consiguiente tus hijos se motiven a hacer su tarea.



A continuación se presenta algunas sugerencias para incluir en el área de estudio: recuerda que las lámparas de escritorio te proveen de luz uniforme en el escritorio o en el área de trabajo, también se recomienda que sea ajustable para usarla dependiendo de lo que hagas: estudio, lectura, uso de la computadora o cualquier otra tarea. Cuando tienes un escritorio con cabina usa luz fluorescente, es fácil de instalar y no es muy cara.



Para que sea un lugar ad-hoc, además de los tips sugeridos sería bueno e interesante que tus hijos colaboren contigo en la planeación del lugar, para que así sea a su gusto y preferencia, solamente recuerden la importancia de la iluminación, ya que a largo plazo, si la iluminación no es suficiente, les podría afectar su vista.
Natalia Arriaga

domingo, 2 de septiembre de 2007

¿Exigir a un Adolescente?


Nuestro adolescente está tan desconcertado como nosotros. Está entre una cosa y otra, entre el niño y el adulto, entre las normas familiares, de la escuela y la rebeldía. Es durante este período conflictivo cuando debe asumir como propias las exigencias

Cuando se pregunta a los formadores sobre la manera de exigir responsabilidades a los adolescentes, se suele obtener dos tipos de respuestas, más o menos matizadas: para unos la responsabilidad se obtiene mediante la autoridad, para otros mediante la libertad.Seguramente, ninguna de las dos propuestas es la solución. Las dos son difíciles de aplicar, y en estado puro están contraindicadas. La primera quizá reprimiría la personalidad del joven y lo convertiría en una persona dócil y manejable, mientras que la segunda podría convertirlo en un ser caprichoso y hedonista. Los maestros que imponen una disciplina dura a sus alumnos suelen padecer menos la crisis y la angustia del momento. Generalmente las consecuencias afloran más tarde, cuando los chicos encuentran la primera oportunidad o durante la juventud en dónde se sienten incapaces de tomar decisiones importantes, como elegir una carrera, sin que un adulto les indique por dónde.En cambio, las dificultades aparecen antes en los maestros que han evitado los sistemas coactivos: sus alumnos se rebelan abiertamente contra las normas familiares y corren el riesgo de abandonar las responsabilidades escolares o viven buscando el placer inmediato, con la justificación de que deben ser auténticos y expresar sus sentimientos en el momento. Pero, no nos engañemos, en ambas situaciones queda sin resolver la crisis.Se dice, y es cierto en nuestra sociedad, que la adolescencia es un período de crisis. Pero también es cierto que la palabra crisis se dramatiza injustificadamente. No se trata de una situación de riesgo en la cual el joven adolescente corre el peligro de autodestruirse, sino simplemente de una época en que el niño o la niña, que hasta ahora regulaba su conducta según la exigencia y valores paternos, debe aprender a autocontrolarse. En otras palabras, el niño que actuaba guiado por padres y educadores ha de convertirse en guía de su propia vida.Así pues, el tiempo que va desde los 12 o 13 años a los 20 o 21 será un período de entrenamiento para conseguir solucionar la crisis, entendida como momento de cambio, final de una cosa y principio de otra.Durante este largo período de crisis no es conveniente que se mantengan sistemas autoritarios que dirijan la conducta de los jóvenes, ya que con ello impedirían el desarrollo de su propia autonomía.
Tampoco se deben adoptar sistemas permisivos que pongan en sus manos una libertad que sobrepasa su capacidad de discernir. Lo sensato es actuar de una manera progresiva, entregando pequeñas dosis de libertad basadas en el diálogo. Estas dosis se irán ampliando en función de la responsabilidad y coherencia demostradas.Aceptada esta premisa, veamos algunos puntos de reflexión y algunos consejos prácticos. En primer lugar hay que conseguir comunicarles que, a partir de ahora, todo lo que les hemos exigido de niños depende de ellos y que, en la medida que lo asuman, nosotros dejaremos de hacerlo. Deberán ser objeto de esta autoexigencia: · El dominio de los impulsos y de las manifestaciones agudas de su carácter.· El respeto de los derechos de los demás como límite de la propia libertad.· Subordinar el placer y la diversión a la realidad y a la previsión de futuro.· Liberarse de lo que impida apreciar aquello que realmente tiene valor.Comunicar estos objetivos sólo es posible si los formadores somos capaces de vivir la propia autoexigencia, es decir, si damos ejemplo. En este momento de la vida de nuestros hijos desaparece la figura de padre o madre o profesor todopoderoso y perfecto y aparece, desnuda, la imagen real de cada uno, con su coherencia o incoherencia. Evidentemente, si queremos que nuestros alumnos se esfuercen, tenemos que ser los primeros en poner empeño. En caso contrario, nuestra autoridad quedará anulada. Además, para comunicar a nuestros adolescentes lo que consideramos importante y valioso es necesario tener ocasión de hacerlo, es decir, han de producirse situaciones de diálogo.Y se entiende que el diálogo consiste en escuchar y hablar, no sólo en hablar. Para que el diálogo desarrolle la confianza de los chicos es necesario:· Tomarlos en serio, no tratarlos como seres inferiores que explican cosas de las que estamos de vuelta.· Conviene no aprovechar la ocasión para sermonearles. · Escuchar con atención lo que quieren explicarnos o preguntar.· Hablar también de lo que les interesa a ellos. Dar tiempo para abordar los temas que nos interesan a nosotros. Conseguir el ambiente de diálogo con los hijos no es tarea fácil, pero es muy importante. No hemos de olvidar que el diálogo con ellos no es un fin en sí mismo, sino un instrumento útil para nuestra tarea educativa y, en todo caso, el principio de una amistad entre adultos. El fin es comunicar los valores, establecer compromisos y valorar las cotas de autoexigencia y de autonomía logrados.
Seguramente no servirá de mucho el ambiente de diálogo y confianza que me describía una de mis alumnas:-"No pasa nada porque falte a clase a veces -me explicaba a modo de justificación-, aunque me salte unas clases, yo se lo explico a mi padre, no lo engaño, y él comprende lo que me pasa...".Tenemos que fijar normas y límites a través del diálogo para que nuestros alumnos acepten y asuman compromisos. Es importante evitar, tanto cuando les hagamos propuestas como cuando los censuremos, ponernos a nosotros mismos como modelos ("A tu edad yo...") o poner como ejemplo a otras personas ("Mira tu hermano como..."). Es injusto, ofensivo y un camino seguro para conseguir su animadversión. En todo caso compáralo con él mismo ("Seguro que lo conseguirás, como cuando hiciste...").Hay que prever sanciones para el caso de que rompa alguno de los compromisos o normas establecidas. Es inteligente tenerlas preparadas para que no sean fruto de la improvisación ni desproporcionadas. En todo caso, podéis pedir su opinión sobre la sanción que habéis pensado. La libertad y autonomía respecto al uso del tiempo libre, al uso del dinero, al horario de llegada a casa, al uso de vehículos o aparatos, o a la gestión de sus estudios hay que otorgarla en función de la responsabilidad demostrada. A mayor responsabilidad, mayor autonomía, y ante faltas de responsabilidad, restricciones de autonomía.
José María Lahoz García Pedagogo (Orientador escolar y profesional),
Profesor de Educación Primaria y de Psicología y Pedagogía en Secundaria